Carlos Ochoa: Convertir la mayoría en fuerza política de cambio

Insisto que hay que trabajar para que Maduro salga de Miraflores antes del 2024, en una reciente provocación Maduro declara que las elecciones se harán cuando le dé la gana, en el 2025, 2026, el objetivo de este trapo rojo es que salgan de la oposición voces exigiendo que se efectúen en el 2024, porque eso es lo que establece la ley electoral del régimen, con lo cual queda claro que su gobierno es legitimo porque la oposición le reconoce su mandato hasta ese año y de paso niega la posibilidad de un adelanto  de elecciones  producto de negociaciones, que en principio fue el objetivo que planteó Juan Guaidó como argumento. Maduro está ganando la batalla de los discursos en este tema, Independientemente que estas reuniones se reanuden en México o en otro país, estas serán para que le reduzcan y eliminen las sanciones que le han impuesto por distintas y continuadas violaciones de derechos humanos y políticos a cambio de los rehenes que mantiene en los calabozos del Helicoide, Ramo Verde y Plaza Venezuela, a esos ciudadanos no se les puede llamar de otro modo, Roland Carreño  por nombrar a uno de los que sufren injustamente privación de libertad es un rehén del régimen, saldrá de su cautiverio al igual que los otros rehenes cuando se negocie su libertad y Maduro obtenga lo que desde el principio ha planteado, eliminación de las sanciones internacionales, Maduro no  ha cedido nada, los que comienzan a ceder son Guaidó y los Estados Unidos que ya han declarado que es posible una revisión de estas medidas.

Lo que no se entiende es porque se cede en un momento de debilidad del régimen,  derrotado hace unos días  en un estado con una importancia simbólica vital, con su principal negociador económico  en una cárcel de USA, con un proceso por violación de derechos humanos en curso por la Corte Penal Internacional y con informes negativos de organismos como la ONU, sumado a un gigantesco fracaso de políticas públicas que mantienen al país a medio paso del abismo y el caos. 

La respuesta o parte de ella es  que una oposición dispersa no puede capitalizar el descontento que es mayoría en el país y eso ha producido una  incapacidad para consolidar a largo plazo el apoyo de un mundo democrático que tiene sus propios problemas y ha dejado de visualizar el caso Venezuela como prioridad y empieza a diferir las opciones para luego, porque a pesar de haber entrado en un tablero geopolítico con la amenaza de Rusia de tener una presencia militar más activa en Cuba, Venezuela y Nicaragua para amedrentar a los Estados Unidos, voceros de ese país han desestimado esas pretensiones, porque no  consideran creíbles la concreción por parte de Rusia de esas amenazas para la seguridad interna de los Estados Unidos.

En conclusión, mientras la  oposición que tiene el apoyo internacional continúe perdiendo las batallas discursivas y la mayoría descontenta la perciba fracturada no habrá calle ni protesta organizada que presione a Maduro.  ¿Cuál es el objetivo del llamado a la calle el 12 de febrero? Los jóvenes venezolanos han demostrado en las protestas de calle coraje de sobra y muchos han perdido la vida a manos del régimen ¿Qué le va a decir Guaidó al país el 12 de febrero? ¿Qué tenemos que pedir que reduzcan las sanciones para  que Maduro se siente a negociar qué? Por favor vamos a ser serios, no es poca cosa  el futuro de un país, esperamos de Guaidó y de la oposición un plan, una hoja de ruta que no sea la de esperar el 2024 o cuando le venga en gana a Maduro realizar unas presidenciales en las que ganaría con comodidad, porque no encontramos la manera de convertir a la mayoría en una fuerza política de cambio.


Source: La Patilla

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