En la trayectoria existencial uno llega a convencerse de lo determinante que resulta asumir un encargo fundamental, asido a la verdad y a la justicia, que se mantendrá incólume y vivificado hasta el último día de ese trayecto. De aquí deriva el compromiso de vida de mantenernos fieles a los principios y valores, duélale a quien le duela. Esto abarca a la política y nuestras decisiones ciudadanas, porque la vida es una sola e indivisible, entre la privada y la pública.
Nos pronunciamos a favor de la realización de elecciones primarias para la renovación del liderazgo, esta vez comprometido, sin otras peripecias, con la reinstitucionalización de la democracia. Bajo un proceso ciudadano impecable, sin la participación del oficialista CNE, y con la necesaria y justa participación de la diáspora, lograremos el fin. Con una amplia participación, evitando hacer juicio de valor de ciertos personajes, y eso sí, descartando la candidatura de “alacranes” convictos y confesos, por su aviesa conducta de actuar como sumisos colaboradores de la usurpación y su permanencia.
No tenemos un espíritu cobarde, hagamos de esto un desafío que lleve a un nuevo camino de liberación. Sabemos que la palabra no convence, sino los hechos.
No renunciamos a nuestra valentía, a nuestro coraje cívico, que tendrá una recompensa. Un poquito de tiempo todavía, y el que viene llegará sin retraso.
La crisis sociopolítica se profundiza, la espuria ley anti-ONG persigue cerrar el apoyo solidario a la ultima red de protección ante los abusos del ecosistema criminal. Ellas ofrecen acompañamiento a los más vulnerables y a las víctimas de violación de sus derechos humanos.
Con este esperpento se busca deslegitimar e ilegalizar a la sociedad civil. Las ONG son necesarias ante la evidente falta de condiciones de justicia en el país. Ellas no tienen vocación de poder y son la fuente secundaria, ante la clausura de los medios de comunicación, para saber lo que pasa en el país. Sirven de conducto para la ayuda humanitaria en el marco de la ONU.
En respuesta a la acentuación de la protesta social y la nueva y caliente etapa de movilización social en defensa de las instituciones del trabajo, la salud y la educación, viene el asedio contra las ONG. El régimen utiliza la arbitrariedad, lo hace mal y genera violencia.
La unidad está maltrecha, hay que recomponer el liderazgo con las primarias. La candidatura de consenso es una oda a la derrota.
El encargo de vida asumido se orienta a la refundación del país, como casa común, y al ejercicio de la política como aplicación de la libertad, los derechos humanos y la democracia que realicen el bien común y traiga equidad entre los seres humanos y eleve sus condiciones para una vida digna de ser vivida.
¡Libertad para Javier Tarazona y Emilio Negrín! ¡No más prisioneros políticos, torturados, asesinados ni exiliados!