Los “Pandora Papers” revelan riquezas de una orden religiosa manchada por pedofilia internacional

El aviso de desalojo en la puerta de Carlos Lomena en los apartamentos Axis at One Pine. CHARLES TRAINOR JR. MIAMI HERALD

 

 

 

En enero, Carlos Lomena, un camionero de Plantation que perdió su empleo durante la pandemia, rogó a un juez que impidiera que su casero lo desalojara. Lomena, de 37 años, esperaba conseguir un trato justo en los tribunales. Así lo reseñó El Nuevo Herald.

Había emigrado de Venezuela después de la preparatoria con la sensación de que Estados Unidos tenía un sistema legal más justo.

En una carta dirigida al juez floridano, se refirió a la reciente prórroga de la moratoria nacional sobre desahucios durante el brote de coronavirus y pidió más tiempo para pagar su alquiler atrasado.

“No tengo un lugar adonde ir”, escribió Lomena, “ni el dinero para mudarme a otro apartamento”.

Su casero —una compañía tenedora formada por empresas de bienes raíces de Miami y Iowa— no se dejó conmover por sus súplicas. La empresa presionó al tribunal para que lo desalojara y, a principios de febrero, el juez falló que Lomena no había presentado el formulario correcto para evitar su desalojo. A los pocos días, en pleno apogeo de la pandemia, la Policía de Broward colocó en su puerta un gran aviso en gruesas letras rojas en el que se ordenaba a Lomena que desalojara la vivienda en el complejo Axis at One Pine en un plazo de 24 horas o sería arrestado por invasión.

El edificio de Lomena forma parte de un número cada vez mayor de complejos de apartamentos y viviendas unifamiliares propiedad de grandes empresas inmobiliarias que, en algunos casos, poseen miles de propiedades en todo el país y usan fondos de inversionistas de todo el mundo.

Un conjunto de documentos filtrados, revisados por el International Consortium of Investigative Journalists (ICIJ) y 150 medios de comunicación aliados, muestran que el edificio de Lomena tenía unos inversionistas inusuales y controversiales: fideicomisos extraterritoriales con cientos de millones de dólares de los Legionarios de Cristo, una orden católica deshonrada por un escándalo de pedofilia internacional.

Los registros confidenciales muestran que los fideicomisos se convirtieron en un socio secreto en la estructura de propiedad del complejo de apartamentos de Lomena, trabajando con el propietario para invertir $2 millones en el complejo en 2015. Los fideicomisos invirtieron millones más en otros edificios residenciales modestos en la Florida, Texas, Iowa, Indiana e Illinois.

Operativos de alto perfil de los Legionarios de Cristo comenzaron a establecer discretamente uno de un trío de fideicomisos neozelandeses diseñados para depositar el dinero de los Legionarios poco después que el Vaticano anunció en 2010 que confiscaría las operaciones de la problemática orden y lanzaría una nueva investigación, según los registros filtrados.

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Source: La Patilla

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