El presente documento no pretende ser una investigación formal, cosa para lo cual se requeriría su debido tiempo, sino más bien una apretada síntesis de lo que consideramos son las semejanzas, pero también las diferencias, entre el chavismo y Podemos.
Antecedentes
Chavismo
Los antecedentes del chavismo se encuentran en los errores cometidos durante los últimos 20 años de la democracia: ausencia de una nueva Visión de País que sustituyera a la anterior formulada en 1958 (el Pacto de Punto Fijo), que 20 años después se había agotado en sus postulados y requería ser renovada para redefinir el modelo de desarrollo y afrontar los retos políticos y sociales del mundo de entonces. Había que diversificar la economía, salir de la mono producción petrolera, incrementar las exportaciones, ejecutar los cambios que la sociedad reclamaba y modernizar la gobernabilidad. Aunado a esto, había ineficiencia gubernamental; crónico déficit fiscal que provocaba alta inflación; política clientelar; populismo de Estado; permisividad frente a la corrupción; anquilosamiento de los partidos políticos; predominio del Poder Ejecutivo sobre los demás poderes lo que derivó en un excesivo presidencialismo; alto crecimiento de la pobreza (55% para 1998).
El estallido social conocido como el “Caracazo”, ocurrido en 1989, tomó por sorpresa al gobierno de Carlos Andrés Pérez y a la nación en su totalidad. Esto alentó a grupos militares conspirativos entre los cuales destacaba Chávez. El golpe de Estado de 1992 no se vio venir. Fallaron las instancias de inteligencia del Estado, pero tampoco nadie lo previó.
La crisis del sistema bancario ocurrida en 1994 en Venezuela fue un proceso de insolvencia masiva que afectó a casi un tercio de la banca privada comercial, produciendo la desaparición de algunas de las entidades financieras más emblemáticas y el colapso del sistema económico privado del país. El Gobierno Nacional inyectó a la banca comercial aproximadamente 1 billón 272 mil millones de bolívares de dinero inorgánico, hecho que contribuyó notablemente al deterioro de la economía en los siguientes 15 años.
Estos hechos crearon un sentimiento de desencanto y descreimiento que minó la confianza de la población en el sistema democrático y alentó el salto al vacío que significó la elección de Hugo Chávez en 1998.
Podemos
La crisis del sistema financiero internacional de 2008, comparable a la del año 1929, empobreció al mundo, afectó a Europa y especialmente a España. Las medidas de austeridad que se tomaron hicieron más difícil la vida de la población española y esto poco a poco fue creando una situación de frustración y rabia. El desmoronamiento de la industria de la construcción, la tardanza en verse los resultados de las medidas económicas y el perjuicio de la población joven por insertarse en el mercado laboral, crearon el campo de cultivo adecuado para el movimiento de los indignados que se expresó en 15 de mayo de 2011. De tales malestares se gestó Podemos.
Consolidación del chavismo y surgimiento de Podemos
Chavismo
En su fulgurante campaña electoral de 1998 Chávez oculta su verdadera intención y se muestra como un líder reivindicador, pero demócrata que venía a poner orden al caos en que se encontraba la nación; no obstante su verbo encendido, sus visitas a Cuba y su discurso confrontacional, lo delataban. Pero tal era la desilusión y el descreimiento del pueblo venezolano, que obviaron estos detalles y el hecho de que un militar que traicionó su juramento al confiársele las armas insurgiera contra la República. Los 40 años de democracia, de los cuales los primeros 20 fueron estelares, habían borrado del imaginario colectivo el siglo y medio de gobiernos militaristas que habían asolado a Venezuela.
Una vez instalado en Miraflores, Chávez se dedicó a desmontar el sistema democrático. Eso sí, lo hizo con una gradualidad que no puede calificarse sino como magistral. Para ello se inspiró en la doctrina Ceresole, un ideólogo argentino, negador del holocausto que propugnaba una triada caudillo-pueblo-ejército. Se comenzó por colocar una gran cantidad de militares como ministros y en cargos clave de la Administración Pública. Se propuso una nueva Constitución y para ello se eligió una Asamblea Nacional Constituyente que abolió al Congreso Nacional. Una vez aprobada la nueva carta magna en referendo por el pueblo, se alargó el período presidencial, se renominalizaron las instituciones: Congreso Nacional por “Asamblea Nacional”, Corte Suprema de Justicia por “Tribunal Supremo de Justicia”, Consejo Supremo Electoral por Consejo Nacional Electoral”, Ministerio de Relaciones Interiores por “Ministerio para el Poder Popular de Interior y Justicia”, etc.
En la praxis política, se impuso un centralismo a ultranza, desconociendo lo estipulado en la nueva constitución, se exacerbó el presidencialismo al punto que Chávez controlaba en propia persona el presupuesto público nacional. El Ministerio de Finanzas era un fantoche y la ley de Presupuesto un saludo a la bandera. Sólo Chávez controlaba los ingresos públicos nacionales y nada más que él decidía en qué y cuándo se gastaría. Se tiró por la borda los avances que las regiones habían logrado años atrás, eliminando de hecho la descentralización, consagrada en la nueva constitución hecha a la medida de Chávez.
Prescindiendo del Ministerio de Información, Chávez inició una estrategia personal de comunicación y “acercamiento con el pueblo” a través de un programa que era obligatorio pasar en vivo por todas las televisoras y emisoras de radio nacionales, públicas y privadas. Este “Aló Presidente”, era un programa que se hacía a criterio y voluntad de Chávez, cuando él quería, podía ocurrir varias veces a la semana, preferentemente en horario estelar, interrumpiendo la transmisión habitual de las televisoras y normalmente duraba 4 o más horas. Eran peroratas interminables sin orden ni concierto. Chavez, cantaba, recitaba, bailaba, se burlaba de sus adversarios, invocaba a Cristo, le rendía culto a Bolívar. En una de ellas, Chávez le anunció a su esposa: “prepárate que más tarde te voy a dar lo tuyo”.
Apelando al Manual del Dictador, Chávez comenzó a utilizar un discurso muy apegado a las glorias pasadas de la historia, con una invocación constante a Bolívar, pero también a Jesucristo. Con este sincretismo de religión, figura histórica y personalismo mesiánico, creó una especie de religión política en la cual él emerge como un salvador de los oprimidos, un redentor de los pobres y un mesías providencial que deja atrás a los clásicos caudillos militares. Las demás instituciones no existen, el diálogo es directo entre él y el pueblo soberano. Los partidos como correaje entre las masas y el liderazgo pierden su razón de ser, incluido el PSUV.
Chávez, muy astuto políticamente supo combinar, en sus dosis adecuadas, la fuerza, represión, intimidación y el terror, con el arrebato pasional que despiertan los predicadores exaltados, así como con las dádivas y el entretenimiento obsequiado al pueblo soberano.
En este sentido, comenzó una política clientelar llevada a extremos nunca vistos, mediante medidas asistencialistas, apertura de centros de salud en los barrios, pero también de reparto de dinero, viajes, electrodomésticos y viviendas; tarifas de servicios públicos y precio de la gasolina, prácticamente irrisorios, etc. Todo ello gracias a la bonanza petrolera.
En materia de educación creó textos únicos de obligatoria enseñanza por los maestros en las escuelas. El texto de historia demerita a personajes tan importantes como Sucre o Paéz y realza la gesta del 4 de febrero (golpe de Estado) de Chávez.
En simultáneo y ya con la asesoría de Dieterich y su Socialismo del Siglo XX, Chávez se lanza a la internacionalización de su revolución. Primero en América Latina: reparte y dona miles de millones de dólares a movimientos y partidos de ideología izquierdista en Cuba, Nicaragua, Bolivia, Brasil, Argentina y los países del Caricom. Luego hacia Europa, en concreto España, Italia, Portugal y Grecia. Más tarde establece fuertes vínculos con Irán y finalmente una estrecha relación con Rusia y China.
En el ámbito político, Chávez descalifica, se burla y ofende al adversario y éste pasa a ser un enemigo. La consigna es: “No volverán”, refiriéndose a los partidos tradicionales AD y Copei. La hegemonía mediática, corona su estrategia de secuestro de las instituciones. Los medios son cerrados, amordazados y amenazados. A los que no les puede aplicar estas presiones, los compra, como ocurrió con Globovisión, hoy un canal afecto al chavismo.
Pdvsa es desnaturalizada de su misión y la empresa estatal petrolera más eficiente del mundo, se convierte en criadora de pollos, vendedora de alimentos, constructora de viviendas sociales, etc. Así como la caja chica de Chávez. Comienza un proceso de demolición que tardaría 20 años, pero que redujo a cenizas a la otrora gloriosa Pdvsa. Algo similar pasó con las empresas estratégicas de Guayana, productoras de hierro, acero y aluminio.
El imperio norteamericano es el mal del mundo y el culpable del infortunio de América Latina y sus habitantes. Todos los problemas que ocurren en Venezuela, son culpa de Estados Unidos. La ineficiencia de los servicios púbicos es atribuible al imperio. La baja producción agrícola también. La inflación es culpa del dólar. La devaluación de la moneda nacional tiene una explicación: la política económica del imperio hacia Venezuela, etc., etc.
Podemos
Germen
En su estrategia de internacionalización de su modelo, el chavismo, con los bolsillos llenos de dinero, atrae o busca socios por el mundo. De esta búsqueda surgen unos jóvenes españoles, primero estudiantes y luego recién graduados, que irían a Venezuela y después a otros países bolivarianos de América Latina. Está registrado que este grupo de jóvenes de la Faculta de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, sirvió, entre otros, de anfitrión de Chávez en las visitas que éste hizo a España en la primera década del siglo. Las asambleas o actos de Contrapoder, nombre político que los identificaba entonces, estaban salpicadas de términos como hegemonía, dictadura burguesa, proletariado, lumpen proletariado, etc., todas expresiones caducas del viejo marxismo.
Durante los años 2004 a 2013 hay un cruce incesante del océano; de España hacia Venezuela, que genera experiencia, conocimiento, estrategia y muchos dólares para estos jóvenes en formación que en Latinoamérica son presentados y contratados como expertos. En todo caso para ellos es un laboratorio de pruebas, un enriquecimiento y una constatación de que su populismo de izquierda es viable en España. Tocaba “innovar” en suelo patrio.
Las ventajas de los jóvenes
Su cualidad de jóvenes, su manejo natural de los dispositivos electrónicos y su “formación bolivariana”, los hicieron percatarse rápidamente del valor inestimable de la televisión y de las redes sociales, para la comunicación política, algo en lo que aventajaron notablemente a los partidos tradicionales de España.
Su propensión al populismo de izquierda los hacía proclives a la eliminación de los partidos como intermediarios en la dinámica política. Para ellos las personas no militan en organizaciones políticas, sino en los medios. La gente con cierto compromiso, con algún interés político, asume como referencia un medio: La Razón, El País, La Cadena SER. Al respecto se plantearon como desde los formatos que operan en televisión se podía discutir de política.
En estos jóvenes líderes políticos se observó una determinación poco común con otros grupos, por lo que no es descabellado suponer que la influencia, los lineamientos y los recursos puestos a su disposición por la Revolución Bolivariana, fueron claves para materializar en un proyecto concreto sus luchas estudiantiles en la Universidad Complutense de Madrid; en efecto, en 2010, comprendiendo muy bien que los medios de comunicación eran el principal terreno de confrontación ideológica, echan a andar en Tele K, una televisora comunitaria de Vallecas, un programa semanal, en vivo, de opinión política denominado “La Tuerka”. El formato era de debate de las cuestiones políticas de actualidad. El programa tuvo audiencias in crescendo y poco a poco amplió su radio de acción.
Cuando el programa se mudó al canal 33, ya había adquirido relevancia y notoriedad. En lo adelante la figura de Iglesias se hizo pública. El 25 de abril de 2013 Iglesias logró ser invitado como tertuliano en el programa “Gato al Agua”, esto marcó un hito y catapultó nacionalmente la figura de “El Coleta”. El adecuado uso de las redes hizo lo propio y el discurso populista caló en un público desencantado de los partidos tradicionales. Lo que vino después es historia conocida…
Fundación del partido
Cuando se funda Podemos sigue al pie de la letra la estrategia y el discurso de Chávez; copia términos, argumentos y modelos de partido de los líderes bolivarianos. Pero más que eso, se calca a un partido político venezolano, satélite del chavismo: “Por la Democracia Social”, éste es uno más de los tantos que integran el espectro político izquierdista venezolano. Pero su acrónimo sonará mucho más al español de a pie: Podemos. Nació como partido socialdemócrata, fundado por Ismael García en 2002, cuya orientación política ha variado en los últimos años y que ha podido servir de inspiración política al Podemos de Pablo Iglesias. Crear un partido político en apenas seis meses de la nada se antoja poco menos que imposible. Las prisas no son buenas consejeras. Es algo que ya vivió la formación de Iglesias en precampaña, cuando tuvo que pedir perdón por plagiar un cartel electoral que «cogió prestado» de un festival de jazz.
Con este pequeño partido venezolano que ahora lidera Didalco Bolívar comparte nombre, lema, ideología y hasta propuestas concretas como la renta «igualitaria», el reconocimiento a una vivienda digna, el derecho al empleo, el control de los medios de comunicación o el establecimiento de la edad de jubilación obligatoria, que el venezolano quiere situar entre los 62 y 64 años y que el español rebaja a los 60 años.
Las denuncias
Más adelante en denuncias de ABC se describía el cruce trasatlántico: “Venezuela paga una vida de lujo en Caracas a los asesores de Podemos”. Así tituló el diario español la nota que informaba sobre el trato preferencial que los gobiernos de Hugo Chávez y su sucesor, Nicolás Maduro, le dieron a la fundación CEPS, a cuyas filas pertenecen Pablo Iglesias y adalides de Podemos como Luis Alegre, Carolina Bescansa, Alberto Montero e Íñigo Errejón. Según el diario la fundación ha recibido unos 4 millones de euros del Estado venezolano en los últimos doce años.
Por otra parte, también se corroboró por investigaciones de la policía patriótica a Podemos, partiendo desde su fundación en 2014, que hubo posible financiación del narcotráfico, de las FARC y de Hizbulah. Se llegó incluso a señalar al ex presidente de Venezuela Hugo Chávez como el auténtico creador de la formación: “Podemos no sólo fue financiado por el régimen bolivariano, sino que éste es su fundador real”. Según el último testimonio, al que el cuerpo policial le da alta credibilidad, “Podemos no es un partido que se haya creado hace unos años. Es un partido que se viene gestando desde hace mucho tiempo, con una infraestructura muy organizada y con la ayuda de grandes técnicos bolivarianos que tienen planeado hasta el más pequeño detalle. Nació en la operación denominada Caribe”.
Francisco Cano también denunciaba: “Iglesias aprendió de Chávez ya que en el año 2003 en que se gestó el PSUV, tanto Pablo Iglesias como su socio Iñigo Errejón estaban en la Complutense estudiando la carrera de Ciencias Políticas y además, el partido venezolano Podemos, de quien supongo que han tomado el nombre, empezó a funcionar en el año 2000, cuando, posiblemente, Iñigo Errejón aún no hubiera llegado a la Universidad. Según aparece en Internet, Iglesias se licenció en Derecho el 2001 y en Ciencias Políticas en 2004 y Errejón se licenció en Ciencias Políticas en 2006. (Podemos en España no se funda hasta 2014).
Cada día estoy más convencido que fue Chávez quien instruyó a Iglesias y lo nombró agente bolivariano con el fin de exportar las políticas chavistas-bolivarianas a Europa, estableciendo en España su cabeza de puente y alineándola con Portugal y Grecia, tal como trató de hacer también en toda Iberoamérica”.
A su vez, Asamblea Nacional de Venezuela inició en junio de 2016 una investigación por la supuesta financiación del chavismo a Podemos. En ese entonces, el presidente de la Comisión de Contraloría solicitó la colaboración de los dirigentes de Podemos para aclarar si 7.168.090 euros que habría recibido el CEPS entre 2003 y 2011, habrían servido para impulsar al partido que nació en 2014.
En julio de 2014, Pablo Iglesias, líder del partido español Podemos, demandó a quienes acusaron a esa formación política de recibir 3,7 millones de euros del Gobierno venezolano, lo cual equivalía a atribuirle el delito de financiamiento ilegal. Pero la sospecha de que esa imputación pudiera tener fundamento volvió manejarse en España tras la publicación de reportajes que retratan a varios de sus dirigentes como consejeros del estamento chavista y beneficiarios de honorarios y prebendas nada desestimables.
Iglesias compareció ante el Senado español el 13 de diciembre de 2018 negando que su partido hubiese recibido financiamiento irregular por parte de Venezuela y admitió que había cambiado de opinión con respecto al país caribeño, por cuyo gobierno había mostrado simpatía, y al que ahora calificaba de “nefasto”.
Sus figuras principales
Pablo Iglesias
Según una investigación del diario El Nacional, los estrechos nexos entre el chavismo y estos jóvenes políticos españoles datan del año 2004. Otras fuentes señalan que desde 2006, se conoció de los viajes a Venezuela del actual vicepresidente español y del grupo de la Universidad Complutense. Iban a conocer y apoyar la llamada revolución bolivariana, un pasatiempo popular en esos años de turismo ideológico.
En esa época, igualmente, quedaron establecidos los pagos realizados por el chavismo a la fundación que sostiene y financió la creación del partido Podemos. Pablo Iglesias trabajó en Venezuela entre 2006 y 2007 para la fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS), que recibió contratos de asesoramiento por parte del Gobierno de Hugo Chávez. Aunque siempre habla a nombre de la democracia, Iglesias nunca ha dejado de expresar su admiración por la revolución bolivariana. Afirma que es un ejemplo digno de seguir para Europa.
En 2013 hizo su tercer viaje a Venezuela, poco después de la muerte de Chávez. Participó en el “Décimo encuentro de intelectuales y artistas en defensa de la revolución y el legado de Hugo Chávez”. Varios días pasaron estos grupos de izquierda disertando sobre ese tema, con participantes de varios países.
En esos días, Iglesias fue el invitado estelar de uno de los programas de la televisora de propaganda oficialista Venezolana de Televisión (VTV). Ante las cámaras, el líder de Podemos afirmó que “lo que ha ocurrido en Venezuela, lo que está ocurriendo en América Latina, es una referencia fundamental para los ciudadanos del sur de Europa. Mi país está viviendo una crisis de regímenes. En mi país se está produciendo realmente una transición, porque todos los consensos han saltado por los aires. Lo que está sucediendo aquí (Venezuela) es una demostración de que sí hay alternativa. De que la única manera de gobernar no es gobernar para una minoría de privilegiados y contra las mayorías sociales, y ese es el ejemplo de América Latina”.
Durante los años que finalmente lo llevaron a la vicepresidencia, Iglesias ha ratificado: “Soy comunista”. Pero recomienda no usar expresiones como “dictadura del proletariado”. Estas no son aceptadas por la mayoría y son hoy términos en desuso, con una carga negativa. Sin embargo, al calor de los debates, la orientación de sus acciones y expresiones revelan la ideología de la que se sostiene. Así ha expresado sus ideas en los distintos ámbitos que lo atornillan al comunismo.
Sobre el tema de la propiedad ha señalado: “Ser demócrata es expropiar, aunque os duela. Donde hay propiedad privada, hay corrupción. ¿Qué es lo que haría un buen gobernante? Expropiar”. Aunque lo dijo en referencia a una gran empresa a punto de salir del país, el concepto quedó muy claro.
También ha precisado: “Lo que ataca la libertad de expresión es que la mayoría de los medios son privados. Que existan medios privados ataca la libertad de expresión. La comunicación es un derecho universal. Todo derecho que se privatiza deja de ser un derecho y se convierte en un privilegio. Es antidemocrático que los grandes medios de comunicación sean propiedad privada de multimillonarios. Un millonario no tiene los mismos intereses que tú y que yo. Va a defender a los suyos con sus medios de comunicación. Y ese es un derecho como la salud, como la vivienda. Si consentimos que los medios de comunicación estén en manos de los poderosos, nos están robando la democracia”.
Para Iglesias, el uso de los medios para promover la ideología es un factor clave para llevar a Podemos y el pensamiento socialista al poder en España. Al lado de las ideas de control transmitidas, el gobierno de Podemos y el PSOE ha ido tomando espacios en los medios a través de las nuevas leyes.
Juan Carlos Monedero
Monedero, número tres de Podemos, fue asesor del Gobierno de Venezuela entre 2005 y 2010. Medios ibéricos revelaron que el tercero de a bordo había cobrado 425.150 euros a través de una empresa unipersonal, sin rendirle cuentas a su empleador ni declarar los impuestos correspondientes. Este profesor de ciencias políticas de la Universidad Complutense de Madrid le facturó ese monto a los Gobiernos de Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela por realizar, junto a otros profesionales, un informe de factibilidad sobre una unión monetaria latinoamericana.
“Chávez se rodeó de unos cuantos académicos para ufanarse de que su proyecto político tenía un sustento intelectual. Monedero estuvo al frente del Centro Internacional Miranda, una suerte de think tank con sede en Caracas, cuyo bagaje ideológico no es más que un marxismo mal regurgitado. Monedero propuso un tratado disparatado que ahora nadie encuentra y que supuestamente sienta las bases para la creación de una moneda única latinoamericana, el sucre, con miras a socavar la hegemonía del dólar”,
En efecto, en 2013 cobró 425.150 euros de los gobiernos de Bolivia, Nicaragua, Venezuela y Ecuador, provenientes del Banco del Alba (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, fundada en La Habana en diciembre de 2004) por trabajos de asesoría para estudiar la viabilidad de una moneda única en Latinoamérica: el sucre (siglas Sistema Unitario de Compensación Regional), realizados en 2010. Monedero facturó sus servicios a través de la empresa Caja de Resistencia Motiva 2 Producciones SL, que no tiene empleados y ni estructura, y el dinero habría sido depositado en una cuenta personal, para luego transferirlo a las de esta compañía. Los servicios se habrían prestado tres años antes de que estos gobiernos realizaran el pago.
El caso se hizo público en enero de 2015, lo que obligó al politólogo a abonar a la Agencia Tributaria española, el 29 de enero de 2015, 200.000 euros correspondientes al IRPF -Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas- de 2013. Además, en julio de 2016 la Universidad Complutense de Madrid, de donde es egresado en Ciencias Políticas y académico, lo sancionó con una suspensión de seis meses de empleo y sueldo.
Adicionalmente, el diario el ABC de España se apoyó en una “solicitud de autorización de adquisición de divisas internacionales” para asegurar que Monedero recibió 35.000 euros por asesorar a Hugo Chávez en 2010.
Monedero se encuentra vinculado a otro escándalo que involucra platas políticas, por concepto de asesorías. En Bolivia se investiga a Neurona Consulting, una empresa fundada en México por César Hernández Paredes, que estaría vinculada al politólogo y académico español, a la que el gobierno de Evo Morales le hizo pagos por 1,8 millones de dólares, de acuerdo con información difundida el 13 de enero por el Banco Central de Bolivia. El comunicado de la institución indica que entre octubre de 2017 y diciembre de 2018 el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas (MEFP), a solicitud del Ministerio de Comunicación, autorizó 20 pagos a las cuentas de esa empresa en el BBVA Bancomer y HSBC de México.
El comunicado del banco llegó tras la publicación de un reportaje por el diario español El Mundo titulado “Evo Morales pagó 1,3 millones ‘a dedo’ a la consultora de Podemos por 169 ‘mini vídeos’ para las redes sociales”. La investigación de El Mundo reveló que los pagos fueron por “un puñado de pequeños vídeos de entre 30 segundos y dos minutos, así como de GIF y postales para ensalzar los logros del Ejecutivo boliviano en las redes sociales”, indica el diario. Agrega que los trabajos se hicieron por contratación directa.
Como consecuencia de esto, el partido de derecha Vox presentó una denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción española para que se investigue el presunto financiamiento irregular de Podemos y exigió la toma de declaraciones a Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero, Íñigo Errejón, Baltasar Garzón y José Luis Rodríguez Zapatero.
Pablo Iglesias incluso produjo un documental sobre Hugo Chávez, con Monedero como principal entrevistado, difundido por el canal de televisión iraní HispanTV en agosto de 2013.
Una investigación publicada por el diario venezolano El Nacional develó el 1° de marzo de 2015 que varios de los miembros del partido Podemos y de “la Fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS), que en Europa es descrita como ‘la semilla’ del partido, recibieron del gobierno entre 2004 y 2012 al menos 3,9 millones de dólares por concepto de pagos de asesorías y un premio”.
Monedero efectuó una investigación para el chavismo consistente en una revisión de la construcción del socialismo en América Latina, especialmente en Venezuela. Luego de morir Chávez, Monedero presentó en Buenos Aires, junto a otros escritores, el ejemplar 33 de la revista Observatorio Social de América Latina, incluyendo un escrito denominado: “Venezuela y la reivindicación de la política: el desafío del socialismo en nuevos escenarios”. Durante mucho tiempo Monedero ostentó la batuta del Socialismo del Siglo XXI. Monedero tuvo sus inicios políticos en el PSOE.
Íñigo Errejón
Tuvo sus inicios en la organización española Izquierda Anticapitalista y además de líder político de Podemos, es profesor universitario e investigador en ciencias políticas. Es el 2° en la línea de mando de Podemos. Al igual que Monedero, transitó por América Latina durante varios años, mientras se desempeñaba como asesor de varios gobiernos del ALBA, por su filiación con la fundación española CEPS. Asumió el rol estratégico de mantener la bidireccionalidad de la cooperación (importación/exportación de elementos teóricos y experiencias) entre Europa y América Latina, junto con Monedero.
El cerebro de Podemos, tiene como filósofo político de referencia al argentino Ernesto Laclau, fallecido en el 2014, que reivindica el populismo y la «ruptura populista» de Chávez a través de la incorporación a la arena política de masas populares hasta entonces excluidas. La propuesta, seguida al pie de la letra por Podemos, es aglutinar a esas masas populares en torno a una idea ambigua, lo que Laclau llama un «significante vacío», para, solo después, llenarla de contenido. De ahí la importancia de la indefinición política de Podemos. El significante vacío de Podemos es acabar con la casta. Para este político la experiencia latinoamericana proporciona una caja de herramientas para pensar y actuar políticamente en España.
Enrique Santiago Romero
El abogado y político Enrique Santiago Romero se ha desempeñado en la defensa de los derechos humanos. Pero sus vínculos con los gobiernos de Cuba y Venezuela han sido muy estrechos y productivos. Entre otras actividades, ha figurado como “acompañante” en elecciones que han dado supuestos certificados de legitimidad a Nicolás Maduro.
En su perfil de Twitter, Santiago se muestra afín al gobierno del heredero de Hugo Chávez en Venezuela. En esa red social ha replicado varios mensajes de Maduro. Fue negociador y representante de las FARC en las negociaciones que tuvieron lugar en La Habana. Como parte del equipo jurídico del grupo guerrillero más antiguo de Colombia y del continente americano, desempeñó un importante papel en la elaboración del nuevo sistema de justicia. Este fue clave para impulsar el acuerdo que condujo a la creación de la Jurisdicción Especial de Paz (JEP), firmado en 2015.
Después de todo, Chávez financió la creación del partido Podemos, su filial más exitosa en el viejo mundo. Se reivindica como leninista, admirador de Fidel Castro y de la revolución de Cuba. A esta nación la considera, “el país con más esperanza de vida en América”. Sobre Maduro, dice que “ha conseguido mantener un proceso revolucionario, a pesar del acoso internacional”.
Santiago Romero se ha convertido en un líder clave en la radicalización del proceso que encabeza Podemos, con cuyo líder ha establecido estrechas relaciones. Un trabajo con la firma del periodista Miguel Ángel Pérez, en Libertad Digital, destaca que Romero fue quien elaboró, a nombre de Unidas Podemos, las denuncias sobre la supuesta red de difusión de “bulos” o noticias falsas, contra el gobierno español por su manejo de la pandemia de covid-19. Denuncia supuestos delitos de organización criminal, injurias y amenazas a altas instituciones del Estado.
Se trata de nuevas leyes que promueven la censura, muy parecidas a las leyes contra el odio que se están aplicando en Venezuela. A estas propuestas se agrega la de eliminar los artículos del Código Penal que consagran la “protección a la libertad de expresión”.
La práctica política de Podemos
Dada la popularidad de Podemos, lo que le preocupa a muchos españoles no es la misión que los miembros del incipiente partido llevaron a Venezuela, sino la que pueden haber traído de regreso a su país. ¿Es Podemos el Caballo de Troya con que el chavismo se apresta a entrar a la península ibérica? Aunque la ‘revolución bolivariana’ despertó auténtica simpatía fuera de Venezuela, está claro que el Gobierno venezolano dedicó buena parte de su presupuesto a internacionalizarla.
Lo mismo que el chavismo en Venezuela, Podemos califica al adversario como enemigo. “Cuando definimos al enemigo, y creo que todos estamos de acuerdo en que el enemigo es la lógica capitalista, es que el enemigo solo entiende un lenguaje: el lenguaje de la fuerza”.
Macarena Olona Choclán, del grupo parlamentario de VOX en España, sostiene que Podemos ya tiene el control de los servicios de inteligencia, a través de la Comisión que controla el Centro Nacional de Inteligencia. Destaca que, para el manejo de los medios de comunicación, “han regado con millones de euros los medios privados de comunicación afectos al régimen. Lo que hacen es perseguir a los periodistas libres que alzan su voz crítica. El control de la opinión se aplica monitoreando las redes sociales, identificando las corrientes de opinión críticas y censurando al disidente. A través del Ministerio de la Verdad, han creado de manera paraestatal empresas destacadas como Newtral.es y Maldita.es, que son la Gestapo; vigilan la verdad oficial”.
La parlamentaria de VOX aseguró que al considerar “enemigo” al adversario político, según la ideología comunista, “no pueden eliminarlo físicamente; pero no me cabe la menor duda de que van a intentar muy singularmente ilegalizar nuestra formación política”.
Isabel Celaá Diéguez, ministra de Educación y Formación Profesional desde junio de 2018, ha defendido esta ley “de la verdad” que busca imponer el gobierno de Pedro Sánchez contra aquellos mensajes que critican la gestión de la COVID-19. “No podemos aceptar que haya mensajes negativos, mensajes falsos, en definitiva”, dijo la ministra socialista en una entrevista concedida a un programa de la Televisión Española RTVE, la señal oficial del régimen, según reseñó el portal español Mediterráneo Digital.
La ministra socialista aprueba que la Policía Nacional y la Guardia Civil sean las encargadas de perseguir los “bulos y las desinformaciones para investigar y perseguir el delito, que enjuiciarán después los tribunales. No podemos aceptar que haya mensajes negativos, mensajes falsos, en definitiva, que transmiten a la ciudadanía consecuencias que luego pueden alterar su salud y que, además, van en contra de lo que significan los criterios científicos y la integridad de las instituciones públicas”.
“Por eso, esto corresponde a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, que están trabajando con verdadera profesionalidad y, desde luego, con verdadera lealtad, sirviendo al interés general”, declaró Celaá Diéguez en cadena nacional.
Diosdado Cabello, segundo hombre fuerte del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y presidente de la Asamblea Nacional, dio por seguro el ascenso al poder de Podemos en España. Cautelosamente, el partido encabezado por Pablo Iglesias sigue elogiando a la gesta chavista cuando puede y desmarcándose de ella cuando no. Está por verse si esa táctica le rinde frutos en el futuro cercano.
La organización en círculos, una de las ideas centrales de Podemos para superar la estructura tradicional de los partidos, es solo una réplica de los círculos bolivarianos creados por Chávez en Venezuela en el 2002. Los círculos bolivarianos son organizaciones de base, descentralizadas, dedicadas a llevar las ideas bolivarianas a la población y hacer propuestas no solo en asuntos de la política local, sino también sobre política nacional desde sus ámbitos. Una organización idéntica a los círculos de Podemos, definidos como lugares «de construcción de unidad popular».
Cuando se pregunta a los líderes de Podemos por la similitud de sus planteamientos con los de los inicios de Hugo Chávez, la respuesta de manual es decir que «España no es Venezuela» y que las recetas de allí no valen aquí. Exactamente eso decían los chavistas cuando se les identificaba con los castristas. «Venezuela no es Cuba», señalaban entonces para marcar unas distancias que luego desaparecieron. En una entrevista con el escritor peruano Jaime Bayly en 1998, Chávez aseguró incluso que él no era socialista y que Cuba era «una dictadura».
La primera maniobra de Hugo Chávez fue plantear un proceso constituyente porque, decía, la Constitución de su país no había sido elegida por los actuales ciudadanos venezolanos y era una herencia de gobiernos vendidos a EE.UU. El cambio constitucional sirvió luego para legitimar la permanencia en el poder de Hugo Chávez. Esa maniobra fue calcada con posterioridad por los presidentes de Bolivia y Ecuador. Y ahora por Podemos, que llama a un «proceso constituyente» con idénticos argumentos para derogar la Constitución del 78, que consideran heredera del franquismo, sin aclarar en qué consistirían esos cambios.
En los albores de su llegada al poder, Chávez renegaba de las etiquetas de izquierda y derecha por considerarlas obsoletas ante las «necesidades» de América Latina. Él decía defender un proyecto «humanista». También Pablo Iglesias afirma ahora que «el debate político de izquierda y derecha es de trileros» y «una estafa», porque lo fundamental es «construir un país mejor para los ciudadanos». La estrategia es captar votos de izquierda y derecha a través de lo que se plantea como la «transversalidad».
Una de las claves para la llegada y el mantenimiento en el poder de Hugo Chávez fue la utilización de los medios, en especial la televisión, para difundir unos mensajes muy básicos y comprensibles por todos los ciudadanos, algo en lo que Pablo Iglesias se ha revelado como un experto. Pero otra clave para la subsistencia del chavismo es el control de los medios de comunicación y el acoso a la prensa crítica. Pablo Iglesias ha dejado entrever ya la necesidad de controlar los medios privados e incluso ha llegado a decir que «la existencia de medios de comunicación privados ataca a la libertad de expresión».
Si algo define a Podemos es el uso del término «casta». En su toma de posesión en el 2007, Chávez hablaba ya de una «casta» de privilegiados con la que hay que acabar y que es la misma, a su juicio, que mató a Bolívar. Con anterioridad, Chávez utilizaba en el mismo sentido el término «cúpula». El vocablo «empoderar», clave también en el discurso de Iglesias, que habla de la necesidad de un «empoderamiento popular» para conseguir más democracia, remite a su vez al «empoderamiento popular» que promovió Chávez en Venezuela como «bandera del socialismo» y que repite todavía hoy Nicolás Maduro. Hasta el teatral tic-tac empleado ahora por Iglesias fue ya utilizado por Chávez en su toma de posesión de 1999.
Podemos igual que el chavismo busca apropiarse de la guerra de la independencia española y de la Constitución de Cádiz, pero, al final, los de Iglesias decidieron que les salía más a cuenta exaltar el combate contra la potencia extranjera, y en cambio prefirieron identificar a las huestes invasoras de Napoleón con la Troika.
Los diques y los huecos
España está sometida a las regulaciones de la Unión Europea; lo cual, al menos mientras el país forme parte del club comunitario, limita notablemente la discrecionalidad que los gobernantes han tenido en América Latina para improvisar las políticas económicas más desastrosas y arbitrarias.
La medida en la que pueden resultar eficaces esos diques institucionales para mantener a España sobre el riel del mundo desarrollado tiene que ver muy estrechamente con el rasgo que Podemos y el chavismo comparten por encima de cualquier otro, y que no es más que su concepción del poder. Lo fundamental de la corriente que allá preside Maduro y aquí lidera Iglesias es su decisión de vaciar de contenido los valores de la convivencia pacífica y legal, aprovechando el relativismo posmoderno para imponer un voluntarismo sin trabas; esto es: cuestionado primero cualquier principio o cualquier autoridad, para, vencido este obstáculo, imponer la voluntad propia de un modo que, ya sin contrapesos, resulta incuestionable.
Si la nueva legislatura abre un proceso de reforma constitucional, será fácil ver a Podemos como un aventajado discípulo del chavismo en el despliegue de esa estrategia que algunos han tenido la humorada de llamar nuevo constitucionalismo, y que se presenta como sustituto de aquel Estado de Derecho que creíamos el fundamento de todas las libertades contemporáneas, y que ahora, según la doctrina podemita, es el producto espurio del constitucionalismo antidemocrático. Resultará entonces que la democracia consiste en dar a las instituciones constitucionales y a la legitimidad de que gocen el valor que ahora mismo están dando los chavistas a esa Asamblea que, según se deduce, sólo podía considerarse democrática con una condición: que las elecciones las ganaran ellos.
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