La CRBV contempla al municipio como la unidad político territorial primaria, el mismo ha constituido, desde la llegada de la descentralización una instancia importante para acercar el poder a los ciudadanos. Sin embargo, este espacio político también es una auténtica escuela para la democracia. Alexis de Tocqueville expresó, en su conocido tratado sobre la Democracia en América, que “el peligro más importante para la democracia se encuentra en la tendencia de entregar al Estado lo que deben ser deberes ciudadanos”. En la medida en que los ciudadanos permitan que sea el Estado quien atienda dichos deberes en esa misma medida se convierten en simples habitantes y con el pasar del tiempo en súbditos.
La sociedad venezolana es compleja, diversa, interactúan diversos actores y agendas, lógicamente, gobernar esa sociedad con eficiencia supone, al menos, instituciones gubernamentales capaces de reconocerse como un actor más en ese escenario y lograr construir consensos y agendas de acción pública con respaldo social. Eso no se logra a distancia, a control remoto, se hace en el territorio, en la provincia, no solo en la capital. Con solo evaluar el asunto desde la dimensión del crecimiento poblacional nos damos cuenta que el mismo ha alejado al ciudadano del poder, observando algunos ejemplos tenemos que en Francia hay 35.498 Municipios y en promedio hay 1650 habitantes por municipios. En España hay 8.000 municipios con un promedio de 4.800 habitantes por municipio. En Canadá hay 5.000 municipios con un promedio de 6.000 habitantes por municipio. El caso de Venezuela tenemos unicamente 335 municipios que en promedio tienen no menos de 71.000 habitantes por municipio. ¿En cuál país es más difícil para el ciudadano promedio conversar con su alcalde? No es difícil encontrar la amarga respuesta a esa pregunta.
A pesar que las cifras son bien ilustrativas de como los regímenes democráticos permiten la contraloría social de los vecinos a las gestiones municipales, también en importante destacar que la creación de nuevos municipios debería responder a la preexistencia de elementos culturales y de identidad local, de modo contrario, podríamos estar sugiriendo la creación por decreto de municipios que no gocen de ningún tipo de cohesión social. Por ejemplo, el estado Mérida tiene 24 municipios y Carabobo 14, alcanzar a Mérida solo por un decreto sería un error, debe antes estudiarse cuales lugares gozan de una identidad compartida y una vocación económica común. Hay parroquias en Carabobo que son buenos ejemplos, Miguel Peña, Rafael Urdaneta y San José, Ciudad Alianza f pueden ser municipios después de un meditado estudio que revele objetivamente las cualidades citadas.
Alguien podría decirme, ¿Para que sirve hablar de municipios si lo importante es acabar con la dictadura? Pues bien, revisemos alguna experiencias históricas: 1) La reconstrucción de Alemania, después de la segunda guerra mundial, fue posible brindando a los municipios un rol preponderante como gestores del Plan Marshall. Los condados norteamericanos son sustanciales para comprender la impartición de la justicia, los municipios españoles y las autonomías han sido claves para conjurar las tendencias atomizadoras de los nacionalismos de la península ibérica. A donde veamos, los municipios son Alfa y Omega en las democracias más avanzadas del planeta. Eso si, cada paso que demos en esa dirección debe contar con consenso, con pactos, con acuerdos institucionales entre todas las fuerzas políticas y sociales del país y por supuesto criterios de sostenibilidad y sustentabilidad. Todo eso es más que posible, de hecho ya ocurrió en el pasado, la Venezuela antes de la COPRE es muy distinta a la Venezuela después de esa comisión. Quienes conocieron aquella experiencia saben que no fue fácil, pero finalmente los pasos fueron llevados a cabo por acuerdos solidos que aseguraron que a largo plazo, la perdurabilidad de la institucionalidad local prevaleciera, incluso, en momentos tan amenazantes como el actual.
Esta semana el Jefe de Gobierno de España, Pedro Sánchez, anunció una decisión de su gobierno para fortalecer financieramente a los municipios de cara a asumir el reto de la reconstrucción económica tras el impacto de la pandemia y el duro confinamiento al que fue sometido el país. En Venezuela, el TSJ tomó una decisión bajo la cual suspenden las competencias fiscales de los municipios. Se nota, se evidencia, cómo vamos en contravía del mundo democrático y civilizado. No sé puede esperar más, el siglo XXI nos espera y aún no hemos llegado a él. Hoy se habla de ciudades inteligentes, de transparencia administrativa, de laboratorios de innovación pública, de parroquialización de gestiones municipales, de gobernanza local y rendición de cuentas, el planeta avanza a darle más protagonismo al ciudadano y Venezuela con su régimen militar solo balbucea sobre milicias y comunas no sometidas ni a control ni a la elección por voto universal, secreto y directo. El asunto no solo es motivo de preocupación por la obvia inobservancia de la constitución nacional es que, además, ese modelo es brutalmente primitivo e ineficiente.
La democracia no solo requiere causas sino también causantes
Engelbert Rivero Montenegro
@engelbertrivero
The post Municipio: La Clave de la Reconstrucción Por Engelbert Rivero Montenegro appeared first on LaPatilla.com.
Source: La Patilla