Suben a 53 los muertos por el ataque terrorista en el norte de Burkina Faso

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El número de víctimas del ataque terrorista ocurrido en el norte de Burkina Faso el pasado día 14 de noviembre ascendió a 53 (49 gendarmes y 4 civiles), informó hoy Ousséni Tamboura, portavoz del Gobierno burkinés.

A la cifra provisional de 32 fallecidos anunciada el lunes se han sumado 21 gendarmes que se encontraban en paradero desconocido tras el ataque.

“Nuestros procesos requieren hallazgos físicos por parte de las fuerzas de defensa y seguridad antes de que podamos dar una evaluación (…) Nos abstenemos de informar sobre las personas desaparecidas para aumentar sus posibilidades de supervivencia”, declaró a la prensa Tamboura.

El portavoz comunicó esta nueva cifra durante la celebración este miércoles del Consejo de Ministros, en la que se indicó también que dos comandantes de la Gendarmería han sido relevados de sus funciones.

El ataque tuvo lugar el pasado domingo a primera hora contra un destacamento de la Gendarmería en la zona de Inata, en la provincia de Soum, ubicada en la región del Sahel, blanco habitual de atentados yihadistas.

El Gobierno declaró tres días de duelo en todo el territorio nacional tras este incidente que se suma al ataque de individuos armados en la provincia de Seno, también en la región del Sahel, en el que murieron el pasado 12 de noviembre siete policías y otros cinco resultados heridos.

Debido a los reiterados ataques terroristas en Burkina Faso, decenas de jóvenes se manifestaron este martes en Uagadugú, la capital del país, para solicitar la dimisión del presidente, Roch Marc Christian Kaboré.

Burkina Faso sufre ataques yihadistas desde abril de 2015, cuando miembros de un grupo afiliado a Al Qaeda secuestraron a un guardia de seguridad rumano en una mina de manganeso Tambao, al norte del país, que aún sigue desaparecido.

Los ataques se suelen atribuir al grupo local burkinés Ansarul Islam, a la coalición yihadista del Sahel, afiliada a Al Qaeda, al Grupo de Apoyo al Islam, a los Musulmanes (GSIM) y al Estado Islámico en el Gran Sáhara (EIGS).

La región más golpeada por la inseguridad es la de Sahel, que comparte frontera con Mali y Níger, aunque el yihadismo también se ha expandido a otras áreas del país desde el verano de 2018.

La inseguridad ha ocasionado que el número de desplazados internos ascienda ya a 1,4 millones de personas, según datos del Consejo Nacional de Emergencias y Rehabilitación (CONASUR) del Gobierno burkinés.

EFE.


Source: La Patilla

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