¿Puede la aspirina ayudar a prevenir el cáncer de colon?

La aspirina es bien conocida por su capacidad para aliviar el dolor muscular y de cabeza; reduce la fiebre; y en dosis bajas puede diluir la sangre, reduciendo la posibilidad de coágulos que causan accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos. Ahora, un nuevo estudio sugiere que también puede desempeñar un papel en la prevención del cáncer colorrectal.

El cáncer colorrectal, que afecta al intestino grueso o al recto, es el tercer tipo de cáncer más frecuente y la segunda causa de muerte por cáncer en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, en 2020 se diagnosticaron 1,9 millones de nuevos casos en todo el mundo, y se prevé que estas cifras aumenten. En Estados Unidos, las tasas de cáncer colorrectal han ido en aumento en personas menores de 50 años desde la década de 1990, lo que incluye más jóvenes que mueren por esta enfermedad, según el Instituto Nacional del Cáncer. Caso similar es el de España, donde el cancer de colon es el más frecuente después del de mama y pulmón. Nuestro país también experimenta un aumento del número de casos, con una previsión de 44 300 personas diagnosticadas con cáncer de colon en 2024 ( lo que supone 1500 más que en 2023).

Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Cancer muestra que los pacientes con cáncer colorrectal que tomaban una dosis diaria de aspirina presentaban una menor tasa de metástasis en los ganglios linfáticos y una respuesta inmunitaria más fuerte frente a sus tumores. La investigación sugiere que la aspirina podría estar potenciando la capacidad del sistema inmunitario para cazar células cancerosas.  

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«Un efecto bastante inesperado»

«Es un efecto bastante inesperado, porque la aspirina se utiliza principalmente como medicamento antiinflamatorio», afirma Marco Scarpa, investigador de la Universidad de Padua (Italia) y uno de los autores del estudio. Como señala Scarpa, este estudio sugiere que la aspirina puede estar desempeñando una función ligeramente distinta al estimular la respuesta de vigilancia del sistema inmunitario, que puede así prevenir o retrasar la progresión del cáncer colorrectal.

El sistema inmunitario siempre está vigilando el organismo en busca de células que no están bien. Cuando detectan células cancerosas, las eliminan del mismo modo que eliminarían bacterias o virus invasores, explica Cindy Kin, cirujana especializada en cirugía de colon y recto de la Universidad de Stanford (Estados Unidos).

«Los datos sobre la aspirina y el cáncer están realmente evolucionando», afirma Maen Abdelrahim, oncólogo del Hospital Metodista de Houston (Estados Unidos) especializado en el tratamiento de cánceres colorrectales. Sin embargo, aún quedan muchas preguntas sin respuesta sobre cómo puede la aspirina prevenir y retrasar la progresión de estos cánceres, así como sobre qué subconjunto de pacientes se beneficiaría de una aspirina diaria. 

Las personas que toman aspirina de forma sistemática tienen menos riesgo de cáncer colorrectal, «pero hay que sopesarlo con los riesgos», entre los que se incluye la posibilidad de hemorragias en el tracto gastrointestinal, afirma Jeff Meyerhardt, oncólogo y codirector del Centro de Cáncer de Colon y Recto del Instituto Oncológico Dana-Farber, en Boston (EE. UU.). 

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La aspirina protege contra el cáncer colorrectal

Existen varios estudios que sugieren una relación entre la aspirina y la prevención y el retraso del cáncer colorrectal. Sin embargo, aún se desconoce el mecanismo por el que la aspirina lo consigue. Eso hace difícil predecir qué pacientes se beneficiarán más.

En un metaanálisis realizado en 2020, en el que se analizaron los resultados de 45 estudios observacionales, los investigadores descubrieron que el uso regular de aspirina se asociaba a una menor incidencia de cáncer colorrectal.

Una dosis baja, de entre 75 y 100 miligramos, se asoció a una reducción del 10 por ciento en el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal; una dosis regular de 325 miligramos se asoció a una disminución del 35 por ciento.  

Otros estudios han demostrado una relación entre la aspirina diaria y un retraso de la progresión, incluido un menor riesgo de muerte en pacientes a los que ya se había diagnosticado cáncer colorrectal.

«Lo que se ha observado en múltiples estudios sobre el cáncer colorrectal es que una reacción inmunitaria más fuerte parece mejorar los resultados», afirma Meyerhardt; «esto está estudiando cómo la aspirina puede interactuar con eso».

El estudio sugiere un mecanismo

En el estudio, los investigadores obtuvieron muestras de tejido de 238 pacientes operados de cáncer colorrectal. De estos pacientes, el 12% tomaba diariamente una dosis baja de aspirina para la prevención de enfermedades cardiacas. En comparación con los pacientes que no tomaban aspirina, los investigadores observaron una menor tasa de metástasis en los ganglios linfáticos y un mayor número de células inmunitarias infiltradas en los tumores.

Se cree que este mayor nivel de infiltración está relacionado con una progresión más lenta del cáncer (incluida la menor tasa de propagación a los ganglios linfáticos) al permitir que las células inmunitarias penetren en la masa tumoral y combatan las células cancerosas con mayor eficacia.

Los investigadores también descubrieron niveles más altos de marcadores inmunitarios responsables de desencadenar la respuesta de vigilancia del sistema inmunitario. «Está reforzando el sistema inmunitario, y está ayudando al sistema inmunitario dentro del tumor», afirma Abdelrahim.  

En los últimos años se ha reconocido el papel del sistema inmunitario en la protección contra el desarrollo del cáncer.

Los pacientes con un sistema inmunitario deprimido corren un mayor riesgo de desarrollar cáncer, en comparación con los pacientes con un sistema inmunitario plenamente funcional. Como sugieren estos resultados, la aspirina puede aumentar la vigilancia del sistema inmunitario en lo que respecta a la detección de cánceres colorrectales.  

«Tu sistema inmunitario está haciendo todas estas cosas en segundo plano, de las que ni siquiera eres consciente», afirma Kin; «no es sólo el comportamiento del tumor y lo agresivo que va a ser, sino que es tu cuerpo contra el tumor».  

Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.


Source: Interés

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