Tres cosas que cambiaron en Venezuela en el último año (y que ahora están en riesgo por la epidemia del Covid-19)

La diseñadora de ropa Stalina Svieykowsky modela una máscara facial y emprendió un nuevo negocio con su pareja Nelson Jiménez como respuesta a la enfermedad por coronavirus (COVID-19), en San Antonio de los Altos, Venezuela, 18 de marzo de 2020. Foto tomada el 18 de marzo de 2020. 2020. REUTERS / Carolina Cabral.

 

Cuando regresé a Caracas el 6 de marzo, un año después de mi última visita, lo primero que me sorprendió fue encontrar jabón en el baño del aeropuerto.

Por BBC Mundo

Durante los dos años que viví en Venezuela, los baños públicos de estaciones de servicio, bares, restaurantes me parecieron siempre un reflejo íntimo de un país en crisis. Con mis amigos siempre hablaba de que debían ser de los peores de la región.

Entonces era casi imposible encontrar agua para despejar la poceta o lavarme las manos. Del jabón ni hablar. Siempre portaba por ello conmigo un gel antibacterial que me aportaba entonces, como ahora, una falsa sensación de higiene.

Por eso, encontrar un baño reformado en el aeropuerto, bien iluminado, con agua y con jabón para lavarme las manos fue un pequeño shock. Un detalle anecdótico que ahora, días después, con la crisis del coronavirus y las necesidades de higiene que exige, vuelve a mi memoria.

Porque ese problema de no encontrar agua y jabón que yo enfrenté esos años me sigue afectando a mí y a los venezolanos, a los que se les pide ahora lavarse las manos constantemente en medio de una cuarentena que me obliga a quedarme en el país por tiempo indefinido.

El agua corriente permanente sigue siendo un lujo para gran parte del país. El jabón tiene un precio prohibitivo para muchos (a casi US$1 al cambio, el salario mínimo es de unos US$4) al igual que otros productos de higiene.

Leer el resto de la nota en BBC Mundo

The post Tres cosas que cambiaron en Venezuela en el último año (y que ahora están en riesgo por la epidemia del Covid-19) appeared first on LaPatilla.com.


Source: La Patilla

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *